viernes, 22 de mayo de 2015

ALUMN@ TDAH Y FAMILIA

                        Resultado de imagen de FAMILIA


       Una positiva evolución académica del alumno dependerá no solo de la actuación del profesorado sino también del apoyo de su propia familia. La relación que se establezca entre ambos agentes puede ser determinante.
       Se hace necesario tener citas regulares con la familia para el intercambio de información tanto del comportamiento del alumno en casa, como en el centro educativo. El contenido de las entrevistas incluirá el comentario de las dificultades encontradas y de los progresos en el plano académico, social y emocional, poniendo cuidado en no resaltar únicamente los aspectos negativos.
     Se intentará trabajar de forma conjunta, con intervenciones comunes y objetivos concretos y planificados que se revisarán periódicamente.

" Si el mensaje que se trasmite a la familia es positivo, centrado en las posibilidades de progreso y en los objetivos más que en las dificultades, se facilita una actitud de trabajo en común."

ORIENTACIONES A LAS FAMILIAS.

      1.  Coordinación con el centro. La coordinación de la familia con el centro es esencial para programar de forma conjunta las estrategias educativas diseñadas para el alumno.
         - Aprovechar las entrevistas para hablar de las dificultades encontradas, los progresos y para establecer objetivos conjuntos y revisarlos periódicamente. Centrarse en los aspectos comunes y en los acuerdos y no en las desavenencias.       -Supervisar la agenda como medio para controlar deberes, exámenes, trabajos, material, etc. y para comunicaciones puntuales con el profesor evitando comentarios que evidencien desacuerdos entre familia y escuela.

      2. Control de la conducta. La utilización de estrategias comunes entre la familia y la escuela multiplican la eficacia de las mismas.
     -  Ser coherente en mantener las mismas expectativas en casa y en el colegio: lo que el alumno es capaz de hacer en un ámbito, lo puede conseguir en el otro.-
    - Reforzar las conductas positivas. Cuando el comportamiento es el adecuado, hay que indicarlo y felicitarle por ello. Facilitar comentarios sobre su conducta que puedan ayudarle a entender qué comportamientos son adecuados y cuáles no. Ayudarle a pensar en voz alta sobre los acontecimientos de su vida, sus emociones, sus planes.
   - Establecer normas de disciplina explícitas, claras, comprensibles para el hijo. Y deben ser consistentes, es decir, las estrategias y las normas deben ser siempre las mismas al igual que las consecuencias.
   - Exponer claramente las consecuencias del mal comportamiento y ser pertinente y coherente en su
aplicación. Actuar de forma inmediata. Cuando se incumpla una norma hay que recordarla y actuar en consecuencia, sin dejarse influir por las protestas y sin perder la calma. También puede ser eficaz advertir de las consecuencias y dar un margen de tiempo para que haga lo que se le ha indicado.
   - Utilizar la recompensa más que el castigo. Si sabemos cuál es la conducta positiva que queremos cambiar por la inadecuada, cuando ésta se produzca podremos elogiarla y recompensarla.
    - Ser persistentes. Los cambios tardan en producirse.
    - Una de las formas de aprendizaje más eficaz es la observación de la conducta de los adultos. El padre y la madre pueden convertirse en un modelo para su hijo dando una imagen adecuada y enseñándole estrategias de autocontrol, planificación, etc.
   - Un ambiente relajado y libre de estrés contribuye a que los niños se muestren más tranquilos. La familia puede ayudar a crear este ambiente en casa.

3. Establecimiento de rutinas y organización del tiempo. Los niños y jóvenes con TDAH necesitan más estructuración y supervisión para poder organizarse y manejar el tiempo. Tener unas rutinas y un horario estable les ayuda a afrontar sus responsabilidades en todos los ámbitos.

4. Realización de tareas en casa. Siguiendo algunas pautas sencillas, las familias pueden ayudar a que su hijo haga las tareas en casa y realice los aprendizajes iniciados en el colegio.
    * Gestión del tiempo de estudio: enseñarle a establecer unas rutinas a la hora de los deberes, hacer descansos breves y frecuentes, realizar lo más difícil al principio cuando la atención es mayor.
   * Optimización del estudio: dividir las tareas en apartados más pequeños. Durante el estudio hacer esquemas que resuman los puntos más importantes y así desglosar la información en apartados de menor tamaño.
   * Organización del material: utilizar un lugar de estudio que sea siempre el mismo y sin elementos que le puedan distraer. Asegurarse de que prepara todo el material necesario para el día siguiente. Puede utilizar una carpeta para guardar las tareas terminadas y así no olvidar ninguna. Ayudarles a preparar la mochila haciendo de ello una rutina y dando instrucciones claras. Puede ser práctico vaciar la mochila al llegar a casa para ordenar el material y asegurarse de no olvidar nada dentro.
   * Refuerzo de la realización de tareas: establecer plazos realistas para hacer los deberes y estudiar, de acuerdo con su hijo, y acordar juntos las recompensas que conseguirá tras el trabajo bien hecho: tiempo propio para ver la televisión o jugar, actividades con la familia que le gusten, algún extra para el fin de semana… Valorar positivamente sus esfuerzos y sus progresos, poniendo más interés en la realización de sus trabajos que en los resultados obtenidos.

5. Desarrollo emocional / autoestima.
No se debe olvidar la importancia de un adecuado desarrollo emocional del niño, cuidando los mensajes que se le hacen llegar y los comentarios que puede escuchar. Debemos ayudarle a afrontar sus dificultades con realismo y espíritu de superación. Necesitan ayuda para comprender sus emociones y controlarlas. Es importante ayudarle a distinguirlas y hablar de ellas. Los fracasos continuos pueden afectar a su autoestima, por lo que conviene proporcionarle actividades en las que pueda obtener éxito y disfrute.
   + Relaciones sociales. A pesar que puedan aparecer conductas no apropiadas se deben permitir las actividades de juego y de grupo adecuadas a cada edad, con supervisión si fuera necesario, para facilitar las relaciones sociales.
   + Técnicas específicas. Existen técnicas específicas para la mejora de algunos comportamientos asociados al TDAH que se aconseja que las familias conozcan y utilicen: técnicas de modificación de conducta, entrenamiento en autoinstrucciones, técnicas de relajación.

    "La familia no debe dudar en acudir a los profesionales del centro educativo para recibir orientación y asesoramiento sobre las pautas educativas más apropiadas para el entorno familiar."

No hay comentarios:

Publicar un comentario